PARQUE Y GRETEL












Barrio Parque llegĂł a instancias decisivas del fĂștbol femenino por primera vez. Su capitana, Gretel Gottardi, es parte de ese logro en la instituciĂłn a la que ama. Su historia.

Por Julio Oronado

Cuando no defiende con uñas y dientes la camiseta de Barrio Parque, esta defensora es profesora de PatĂ­n ArtĂ­stico. Un deporte mas femenino, segĂșn una parte de la sociedad. Pero a ella la apasiona el fĂștbol, contra viento y marea.

“Siempre juguĂ© al fĂștbol porque me apasiona, pero era difĂ­cil para una nena en mi Ă©poca (hoy tiene 26 años) que la gente entendiera que era lindo que lo hacĂ­a porque me gustaba y hacia bien, sin juzgarte. A medida que fui creciendo, me alejĂ© y me acerquĂ© a otras disciplinas, pase por muchos deportes porque realmente era muy inquieta, pero me fui quedando con el PatĂ­n ArtĂ­stico y el Voley, que eran deportes mĂĄs de nenas que el fĂștbol”. Cuenta con la simpleza y entendimiento de alguien que parece tener varios años mas.


“ComencĂ© a jugar en Barrio Parque hace 6 años. Con un par de amigas del IPEF nos fuimos a probar. AhĂ­ comencĂ© oficialmente a entrenar. Me encanto el club, la gente, la manera de trabajar de los profes. Eramos un montĂłn de chicas. Al tiempo tuve que abandonar los entrenamientos porque el trabajo me demandaba mĂĄs horas y se me complicaba llegar. SeguĂ­ jugando al fĂștbol con equipos de 7 o 5, pero en torneos no oficiales, para no alejarme del todo, porque las ganas eran mĂĄs fuerte que yo. Cuando la Liga estableciĂł la obligatoriedad de la categorĂ­a femenina, Guille (Balbis) me invitĂł a volver. En ese momento no lo dudĂ©, estaba tan contenta y le dije que sĂ­. AcomodĂ© mis horarios y empecĂ© con todo en Parque”. ComenzĂł en la 6ta fecha del torneo de 2012 y hasta hoy casi ha tenido asistencia perfecta.




INFANCIA COMPLICADA

“En mi pueblo (viviĂł parte de su vida en Senillosa, NeuquĂ©n) me costĂł muchĂ­simo adaptarme a lo que te estipula la sociedad, y me provocĂł problemas emocionales y no veĂ­a la hora de poder salir de ahĂ­ y ver otra cosa, sumando a que tuve una infancia complicada porque fui vĂ­ctima de abuso sexual en mi niñez, algo de lo que pude hablar despuĂ©s de muchos años, luego de varios sucesos que me marcaron y ya establecida en CĂłrdoba”. Ese episodio ya fue superado por la capitana y hoy ayuda a chicas en situaciones similares. De hecho, comenzarĂĄ a estudiar Derecho, para tener un conocimiento profundo de las leyes y poder ayudar.

“Los limites se los pone uno, por miedo por inseguridad o por lo que sea, pero nada es imposible, cuando crecemos y nos damos cuenta que aprendimos a resolver diferentes situaciones, ya no hay lĂ­mites que impidan cumplir un sueño”. Y hacia ser jugadora de la selecciĂłn nacional va Gretel. Ese es su sueño.

Su gran sostĂ©n es su pareja, Daniel Machuca, quien ayuda a no extrañar tanto a su familia que estĂĄ en NeuquĂ©n. AllĂĄ viven su madre Viviana, que es hincha del verde, ama el fĂștbol y alienta a que otras chicas jueguen al fĂștbol; sus hermanas Ivanna, Micaela y Tatiana; dos sobrinos ahijados Donato y Fiorella; su abuelita Blanca, que siempre estĂĄ rezando para que ganen; MarĂ­a, que es su segunda madre y Marcial que es como su padre.

Su corazĂłn estĂĄ en Senillosa. Y en CĂłrdoba. Y en Barrio Parque. Hablar de fĂștbol femenino es hablar de Gretel. Sacrificio el nombre, Gottardi el apellido. Parque y Gretel.