EL NIÑO QUE FUI

Un jugador de Unión San Vicente se tatuó  un nene que refleja su infancia y el amor por su barrio 23 de abril. Mucho mas que tinta.

Al pibe de la imagen lo acompaña el número 5. El que utilizó muchas veces él. Pero también es un homenaje a los volantes centrales de la familia, su papá Daniel y su abuelo  Andrés. Ambos con una rica experiencia en el fútbol.

Él no pudo hacer inferiores, como tantos pibes de la Liga Cordobesa. Pero compensó esa falta con potrero. Mucho potrero.

Dio apenas dos pasos (dos partidos) en Deportivo Banfield, pero no le gustó y largó. Luego, un amigo lo convenció de volver y lo acercó a Libertad. Desde enero pasado está en el Naranja donde disputó, con buen nivel, el Federal C.





¿Quién  es ese niño? Es un imaginario Renzo Márquez, el protagonista de esta historia.