En el 1-1 entre Independiente y Defensores Juveniles en Carlos Paz hubo reclamos al por mayor, 4 expulsados, 4 amonestados y un clima caldeado. Ante este panorama, el primer apuntado suele ser el árbitro. Pero esta es la excepción. Mauro Cejas tuvo una labor ejemplar. Acertó siempre.
Hasta los 20 minutos del complemento, el colegiado no había sacado ninguna tarjeta. Después de la roja (merecida) a Gabriel Druetta fue un concierto de reclamos. Y empezaron a volar las cartulinas al aire. Todas bien sacadas.
A los errores arbitrales se los suele castigar con la crítica periodística. Y está bien que así sea, porque muchas veces es la única pena impuesta. Pero cuando un árbitro da muchas veces en la tecla también está bueno destacarlo. Hoy Mauro Cejas acertó.
