SAMPIETRO ES HURACÁN



Alejandro Sampietro fue dos veces presidente del Globo, pero nunca por la elección de la gente. O si, pero a medias. Es que tras dos mandatos que debieron suspenderse, debió asumir. Un bombero.

Tiene 89 años y mas de media vida dedicada al club del barrio. Don Sampietro vive cerca del José Luis Cuciuffo. Y precisamente sobre el tema del nombre del estadio rompió el silencio y arrancó el diálogo. Si bien conoció al ex campeón mundial surgido en La France y fue quien le permitió el pase a Velez Sarsfield (16/02/82, según su dato preciso) para que Cuciuffo sea una figura nacional, considera que la cancha debería llamarse "Nene" Godoy, jugador que al ser vendido permitió la construcción de la tribuna que da a la Monseñor Pablo Cabrera.

Recordó, también, a Mario Ballarino, Antonio "Ñoño" García y Salvador Mastrosimone, varios de los que permitieron mucha de la infraestructura Luminosa. 

Hoy vive este presente en Primera desde una situación particular. Es que su vista ya no es la de otras épocas. Y necesita que lo ayuden a entender el partido. "Que pasó", pregunta ante el grito de la gente. "Nada, Don Sampietro, nos salvamos del primero", le responde algún asistente casual. "¿Hasta cuando vendrá a la cancha?", le pregunta el periodista. "Hasta que la parca me lleve".

Mira su reloj, toma su pastilla de las 18:00 hs y espera el final del partido. Barcia marca el agónico 1-0 ante Atalaya para que se dibuje una sonrisa y se vaya a casa. A su otra casa. Sampietro es de Huracán. Él es Huracán.