MartĂn Villagra Minuet retoma la actividad futbolĂstica tras
mas de un año. Serå este såbado vistiendo la camiseta de Bella Vista. Lo harå
en su tiempito libre. Todo sea por volver.
Las mañanas del Negro Villagra se reparten entre Talleres y la Agencia Córdoba
Deportes. A la noche sigue estudiando el Profesorado en EducaciĂłn FĂsica. Y a
la siesta/tarde podrĂa descansar o atender el negocio familiar. Pero prefiere
entrenar porque todavĂa le quedan ganar de jugar.
“Gracias a mi señora que me cubre en el pequeño kiosco que
tenemos porque, con todos los trabajos que tenemos, llegamos justo para pagar
las cuentas y la facultad que es privada”, dice, pero sin quejarse.
A pesar de su corta edad tiene una trayectoria larga. Con
sólo 10 años empezó en Escuela, club del que es hincha, justo en el año que se
separĂł de Avellaneda. “Escuela empezaba de cero, ya que la mayorĂa de los pibes
se fueron para Avellaneda y Escuela comenzaba a buscar jugadores y allĂĄ fui”.
Deportivo Alberdi |
Debutó con 17 años frente a Huracån, con el Sapo Mercado
como DT. Estuvo hasta 2010, cuando fue a Las Flores pero no pudo jugar. AllĂ
pudo conseguir club en la liga Beccar Varela, en el club Sportivo Rural, hasta
fin de ese año, para jugar los Ășltimos partidos en el Panzanegra. El 2011 lo
encontrĂł en Deportivo Alberdi.
“En el 2013 fue el primer año que dejĂ©, ya que empecĂ© a
estudiar el Profesorado de EducaciĂłn FĂsica, en el Quality a la noche y
trabajaba por la mañana. No podĂa entrenar. En abril naciĂł mi hijo, el trofeo
mas importante de mi vida y se me complicĂł aĂșn mas”. Pero su carrera tenĂa
algunos capĂtulos mas.
Los Andes |
En 2014 retomĂł en Los Andes donde anduvo muy bien, mas allĂĄ
de no poder coronar con el ascenso. Su Ășltimo partido fue frente a La UniĂłn en Malvinas, donde fue
expulsado y se perdió los play-off ante Brown de Malagueño. Y otro parate. Esta
vez fue el mĂĄs prolongado.
En el medio hubo dos intentos de volver, en Avellaneda y Los
Andes, pero todavĂa no era su hora. Este sĂĄbado se cortarĂĄ definitivamente la
inactividad para MartĂn, vistiendo los colores de Bella Vista. Sus viejos, Kike
y Eva, lo disfrutaran mĂĄs que nadie. Ellos dieron todo para que el Negro
juegue. Y Ă©l lo deja todo por volver.