📸 Ana Solari
Por Mariano García Miqueo
Santiago Ferreyra es un abanderado del sentido de pertenencia. Y un argumento de ello es que detrás de este temible artillero que arrasa en el actual ascenso de Liga Cordobesa -18 goles convertidos en 18 partidos disputados- hay un pibe de barrio que se comporta como tal. "Llegué en 2020 a Atlético y rápidamente se generó un vínculo muy fuerte con el club. Cuando no tengo partido, acá estoy para acompañar a mis amigos que juegan en inferiores", le confesó hace un año en su primera entrevista a los colegas carlospacenses.
Pepo arrancó a jugar en la Escuelita Bolivar, de Nacho Biagetti, allá en su Hernando natal, para posteriormente mostrarse en Estudiantes de dicha localidad antes de su arribo al azurro de Barrio La Cuesta.
En 2023, y con solo 15 años, Claudio Olmos lo hizo debutar en la primera de Atlético Carlos Paz en un partido frente a Unión San Vicente, aunque dicho estreno se tiñó de rojo por una injusta expulsión.
A fines de ese año, Ferreyra viajó a Italia para unas pruebas en varios clubes del ascenso de aquel país, pero asegura que no se pudo adaptar y decidió pegar la vuelta. Manuel Corral, hombre fuerte del periodismo de La Villa y de relación muy fluida con el futbolista, asegura que: "Pepo no se pudo adaptar, y a pesar de tener alguna otra opción para elegir, prefirió volver a su club para hoy seguir jugando con sus amigos".
Para el cierre, este fanático de Instituto que sueña con algún día defender dichos colores, solo quiere revancha después de no haber podido lograr la clasificación para las semifinales por el ascenso liguero, porque considera que "ya hay que dar vuelta la página para lo que viene, y que la gente se quede tranquila porque somos un grupo fuerte, que doblegando esfuerzo puede lograr el objetivo."
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